Externsteine
Estas rocas fueron formadas en el cretácico, están construidas con rocas de arenisca de Osning, que es el antiguo nombre del bosque de Teutoburgo, y durante muchos siglos se encontró en el mar, pues hace tiempo esta zona era el mar de la cuenca de Baja Sajonia, como lo indica los fósiles marinos encontrados en los alrededores. Se han encontrado restos arqueológicos que nos indican que el ser humano habitó estas rocas durante principios de la Edad de Piedra, sin embargo, tras estos hallazgos hay un hueco de muchos siglos en los que no se vuelve a tener evidencia humana hasta bien entrada la Edad Antigua.
Se sigue especulando mucho sobre el uso que las antiguas civilizaciones le dieron a éste lugar y cuales lo utilizaron. Algunos dicen que los primeros en usar estas rocas como lugar de culto fueron las tribus germánicas, otros creen que fueron los romanos y hay quienes dicen que los cristianos. De hecho, la religión cristiana es la única de la que no se puede tener dudas, ya que en una de las paredes hay un relieve de Cristo, Adán y Eva, que data del siglo XII.
Durante el Tercer Reich se realizaron bastantes excavaciones para encontrar restos precristianos, y así hacer de este lugar un sitio de culto para el orgullo germano, sin embargo, no pudieron encontrar nada relevante.
Hay muchas incógnitas sobre estas rocas, pero todos los historiadores reconocen el carácter religioso que se les ha dado a lo largo de los siglos, aunque no se sepa con certeza qué religión o civilización realizó aquí sus cultos.
Cuando uno las ve por primera vez impresionan bastante, esa forma extraña que tienen, que estén aisladas, en mitad de una explanada. No es de extrañar que durante siglos la gente de la zona las haya considerado como algo divino. Algunos historiadores aseguran que en este lugar se encontraba el árbol Irminsul; uno de los lugares más sagrados del pueblo sajón y que Carlomagno mandó quemar cuando se hizo con el control de este territorio.
La entrada a la explanada en la que se encuentra es gratuita, no así la subida a las piedras o al interior de las cuevas que hay debajo. El aparcamiento también es de pago. Os dejo la página oficial donde podéis consultar horarios y precio de las entradas: Externsteine.
A pesar de estar en un bosque lejos de las grandes ciudades, en este lugar hay otro lugar digno de visitar: el Hermannsdenkmal, un monumento a la victoria de las tribus germánicas sobre el Imperio Romano. Se encuentra a unos 10 kilómetros de distancia a través del bosque, y se puede comprar un ticket combi para acceder a los dos lugares.
Si nos encontramos por la zona, ambos monumentos merecen la pena de visitar. En un buen día, con preparación, comida y agua, puede ser una excursión muy interesante y diferente.
Opinión personal: el bosque de Teutoburgo es bastante bonito y los alrededores de las rocas tienen algunas rutas de senderismo por las que se puede caminar sin muchas dificultades. Además, el pequeño lago que hay a los pies del monumento crea imágenes muy fotogénicas.
No sé cómo será el camino hasta el Hermannsdenkmal, pues cuando fuimos no íbamos preparados para una caminata tan larga, pero hemos estado en los dos lugares, y los dos sitios nos gustaron mucho, por lo que imagino que la ruta hasta allí debe estar bien. Eso sí, hay que tener en cuenta que hay que ir y volver, lo que implica un paseo de 20 kilómetros. De todas formas, a pesar de la distancia, ya que estamos en uno de los dos monumentos merece la pena visitar el otro.
Bibliografía:
Planet-wissen.de
Externsteine-info.de
¿Conocíais estas rocas? ¿Alguna vez las habéis visitado?
Alemania es un país lleno de lugares con encanto que esperan ser descubiertas; grandes urbes, pequeñas ciudades y pueblos que parecen estancados en el tiempo. ¿Te animas a descubrirlas con nosotros?
Un saludo.